Cuando uno madura se da cuenta de que nadie nos es tan ajeno como pudiera parecer: las poses más afectadas o la cháchara más deliberadamente críptica solo suelen ser máscaras que visten personas sujetas a las mismas pasiones que cualquiera. Así, si evitamos dejarnos llevar por la leyenda y el misterio, todo suele responder a lo mismo, que por lo general son cuestiones bastantes primarias. En ese sentido no es difícil pescar los abusos de la autoficción cuando, por ejemplo, escritores urbanitas de calle limpia hablan de aceros clavándose en las entrañas y otras hipérboles muy literarias pero poco afines a la realidad. Por suerte o por desgracia, los seres humanos somos mucho más previsibles y comprensibles de lo que tratamos de dar a entender…

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18/08/2025
Culturplaza