La vaca, el médico y el hijo del jardinero es un ejemplo consumado de didactismo. Últimamente se prefieren términos menos precisos para referirse a este tipo de obras (libros informativos, libros de no ficción…), términos que difuminan la naturaleza última de estos objetos estéticos, concebidos para enseñar. El didactismo no es exclusivo, ni mucho menos, de la esfera infantil y juvenil, sino que es uno de los grandes dominios de la imaginación humana en sus variantes sapienciales, biográficas, ensayísticas… Pero sí es particularmente importante en el domino de la literatura dedicada a los estados iniciales de la vida (junto con la risa), por razones evidentes. De ahí que desvincularlo de su función primordial, acaso por temor a que ello pueda interpretarse como una merma de su dimensión artística, sea arrancar su raíz, sustituir su esencia por alguno de sus rasgos (que brinde información, que parta de un hecho real, verificable)…

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20/06/2025
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