Como si John Waters se hubiera imaginado una versión de Los Simpson a lo Todd Solondz, quizá esta sea la forma más cercana de poder hacernos una idea de lo que significa la serie por la que Simon Hanselmann se ha ganado la reputación como sumo transgresor del mundo de la viñeta. No puede ser de otra forma con títulos como Zona crítica, Bahía de San Búho, Hechizo total o Melancolía, todos publicados en España por la editorial Fulgencio Pimentel.

La imponente diversidad tonal en trazo y color plasmada en cada viñeta por el australiano resplandece en algunos de los momentos más radiantes que nos ha brindado el noveno arte en estos últimos tiempos. Su rotulación de halo impresionista brota en colores pastel expresados con tal encanto que parecen responder a una antítesis capaz de equilibrar el carrusel irrefrenable de burlas desenfrenadas hacia Búho, el único personaje con cierta evasión de la demencia autodestructiva que puebla los cientos de historias tóxicas que siembran esta serie, de las cuales Hanselmann llegó a asegurar a Vice, en 2019, que contienen un 70% de parte autobiográfica: “Mucho de lo que hay en mi trabajo es autobiográfico. Mi madre y sus cosas, sus problemas con las drogas y yo teniendo que lidiar con ellos, además de con el desempleo y con estafarle dinero al Gobierno fingiendo estar más deprimido de lo que realmente estoy. Pero eso no es verdad, no recibí dinero del Gobierno por estar deprimido. Aun así, es bastante autobiográfico, la verdad. No soy escritor, simplemente escribo sobre lo que vivo, sobre mi vida”…

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18/07/2025
El Salto