Sabido es que la labor principal de un editor es no editar. Desde esa perspectiva, Fulgencio Pimentel es una editorial muy laboriosa, pues se distingue por el moderado numero de sus publicaciones anuales en favor de una linea editorial «caliente» y una afición desmedida por el libro insustituible y precioso. Su niña bonita en ese sentido y en muchos otros es esta pequeña, muy precisa y muy otra colección de poesía.