Yo quiero un perro

Aprovechando el fértil material narrativo que es la obstinación de un niño cuando desea algo con fuerza, Kitty Crowther construye su historia con un pie en lo lógico y otro en lo inesperado.
Denis Cheissoux Inter France
La infancia está en el corazón de este álbum fabuloso con sus aspiraciones y sus frustraciones. Y con ellas, el anhelo de ser como los demás para sentirse aceptado.
Anne Schnebelen Yo Zone

Hay dos cosas en la vida que la joven Millie detesta: la primera, madrugar; la segunda, ir al cole. Lo que de verdad adora son los perros. ¡Y quiere uno! ¡El que sea! Todos los días, sin descanso, se lo pide a su mamá, hasta que un buen día… ¡Sorpresa! Su mamá responde con un gran «¡sí!».

Cada vez que un asunto parece demasiado complicado para la literatura infantil, Kitty Crowther nos lo entrega sabiamente engarzado en una historia burbujeante y tratado con sencillez, humor e ironía a través de sus expresivos y coloridos personajes. Esta vez es la construcción de la identidad mediante la satisfacción de una serie de requisitos que solo corresponden al atroz espejismo de los roles sociales. ¿Suena complicado? Bien, pues no lo es. Es una fiesta.

Nadie entre los contemporáneos ha entregado tantos clásicos instantáneos como la Crowther. Álbumes como Ana del lago, Theo y Dios o Nada y yo poseen la inquietante magia de los cuentos persas, pasada por un tamiz europeo y personalísimo, sin renunciar a la incomodidad y a la desesperanza: es decir, dirigiéndose a los niños como a seres inteligentes. Incluso en los álbumes más humorísticos, como la fábula en verso Farwest, escuchamos una voz hipnótica y bastante turbadora que no tiene nada que ver con la del resto. Ella es la reina hoy, sin ninguna duda, y su universo, el más fascinante de la LIJ contemporánea.

A partir de 3 años.

Colección Fulgencio Pimentel e hijos
978-84-17617-85-1
octubre 2021
Tapa dura
21⨉26 cm
54 páginas
Color
Castellano