Peter Pontiac
Peter Pontiac (Beverwijk, 1951-Ámsterdam, 2015) está considerado como «el padrino del cómic underground» en los Países Bajos. Su trabajo comenzó a ganar prominencia a finales de los años sesenta del pasado siglo, y durante la siguiente década fue uno de los dibujantes más influyentes de su país, especialmente en el ámbito contracultural. A pesar de las alabanzas dedicadas a su estilo de dibujo, crudo, personal y detallado, con influencias de los norteamericanos Robert Crumb y Rick Griffin, su adhesión a la cultura jipi, primero, y punk, después, lo mantuvo relativamente apartado del gran público, aunque su importancia en los círculos marginales fue extraordinaria. El grueso de su obra gira en torno a dos ejes principales: la música (realizó numerosos cómics protagonizados por estrellas del rock, así como cubiertas de discos) y la autobiografía, donde destacan las historias confesionales sobre su adicción a la heroína. A finales de la década de 1990 comenzó la que sería su obra más ambiciosa, Kraut, que terminaría de publicar en el año 2000. Recibió el Stripchapprijs (1997) y el Marten Toonderprijs (2011), ambos por el conjunto de su obra, así como el Premio Profesor Pi de Ilustración de la ciudad de Ámsterdam (1998). Pontiac, a quien en 2010 diagnosticaron hepatitis B (probablemente provocada por su adicción a la heroína), murió en 2015 debido a una cirrosis hepática, tras negarse a un trasplante de hígado y a cualquier otro tipo de tratamiento médico. En España, Pontiac ha sido un ilustre casi desconocido: a finales de la década de 1970 hizo breves apariciones en la revista Star, y entre 1980 y 1982, la revista El Víbora publicó ocho de sus historias cortas.
Fotografía del autor: Frank van Oortmerssen, bajo licencia CC BY-SA 4.0